Para este fin de semana te recomendamos “Una verdad delicada”, de John Le Carré.
En Gibraltar, la colonia británica más preciada, se lleva a cabo una operación secreta contraterrorista cuyo nombre en clave es Fauna. El objetivo: capturar y secuestrar a un importante comprador de armas yihadista. Los responsables: un ambicioso ministro del Foreign Office y uno de sus amigos íntimos, que se dedica al negocio de la defensa privada. La operación es tan delicada que ni siquiera Toby Bell, el secretario privado del ministro, puede participar en ella. Tres años más tarde, cuando la terrible verdad sobre la Operación Fauna es desvelada, Toby deberá escoger entre la fidelidad a su conciencia o el deber. Si lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada, ¿cómo puede permanecer callado?
Para este fin de semana te recomendamos “La memoria de las piedras”, de Carol Shields.
Daisy Goodwill nace en extrañas circunstancias: su madre muere al darla a luz sin siquiera ser consciente de que ha estado embarazada. Daisy llevará toda su vida la memoria de esa madre, Mercy Stone, fosilizada en la piedra de su apellido. Daisy crecerá, viajará con su padre, un tallador de piedras se casará dos veces, sobrevivirá a sus dos maridos, educará a sus tres hijos y escribirá sobre jardinería en una revista local. Pero ¿quién es Daisy y qué nos importa su pobre vida? Al otorgarle dimensiones biográficas, Shields le da rango de mito a la existencia de una mujer apagada, sólo en apariencia trivial. Consigue, gracias a este retrato tallado en el lastrado secreto de sus orígenes, demostrar que toda vida humana, incluso la más insignificante, pasa a ser misteriosa si se la mira con cierta distancia: la ascendencia genealógica, los azares, los accidentes, las tragedias y las alegrías que tejen la trama de un destino ¿acaso no están hechos de la misma sustancia para los humildes y para los poderosos? Premio Pulitzer de novela 1995.
Para este fin de semana te recomendamos “Algo que quería contarte”, de Alice Munro.
Una espléndida colección de cuentos de la premio Nobel de Literatura.
«¿Cómo lo hará Alice Munro? Lo que consigue parece magia», escribía recientemente Sara Mesa en El País. Por su parte, Elvira Lindo confesaba que le habría gustado escribir cualquiera de sus cuentos: «Me parece una maestra. Me ha ayudado a escribir sobre la maternidad, la amistad entre mujeres, las relaciones entre madres e hijas» (La 2TV).
Una vez más, Munro se revela como esa escritora «extraordinaria, admirable, de primerísima fila» (Javier Marías, El Mundo) en este libro de relatos inédito para los lectores en castellano. Unos relatos que «tienen la misma densidad y alcance de la novela. He tratado alguna vez de descubrir cómo lo hace” (recordaba Julian Barnes en The New Yorker), pero no lo he conseguido, y me alegro de ese fracaso porque nadie puede ni debe escribir como la magnífica Alice Munro». Esta «escritora maravillosa» (Joyce Carol Oates), cuyo «trabajo ya era revolucionario cuando lo descubrí, y sigue siéndolo ahora» (Jhumpa Lahiri), vuelve a asombrarnos aquí con su peculiar disección de la naturaleza humana.
Para este fin de semana te recomendamos “Nocturnos”, de Kazuo Ishiguro.
Nocturnos, primer libro de relatos de Kazuo Ishiguro, reúne cinco historias que pueden leerse como estudios y variaciones sobre unos cuantos temas, o como un concierto que los expone en el primer movimiento, los combina en los siguientes y los resuelve en el último. En «El cantante melódico», un guitarrista de oficio que toca en Venecia reconoce a un viejo vocalista americano y juntos viven una aventura musical que da una pequeña lección a ambos sobre el distinto valor del pasado. En «Come Rain or Come Shine», la música es el telón de fondo de la grotesca humillación que sufre un maniaco-depresivo en casa de una pareja de antiguos progres que han pasado a la fase yuppie. El músico de «Malvern Hills» columbra su mediocridad cuando se va a las colinas a preparar un álbum a la sombra de John Elgar. En «Nocturno», donde se intensifica el tema de la inteligencia frustrada, un saxofonista que se opera la cara conoce a una vieja artista de variedades (la ex de «El cantante melódico»). En «Violonchelistas», que también remite a la primera historia, un joven prodigio del chelo encuentra a una mujer misteriosa que le da clases para perfeccionar su técnica. Las cinco, como era de esperar, barajan elementos que son habituales en el autor: la confrontación de las promesas de la juventud y los desengaños del tiempo, el maravilloso y decepcionante misterio del otro, los finales ambiguos y sin catarsis. Y la música, que está íntimamente relacionada con la vida y obra del autor. Y por encima de todo percibimos un fuerte sentido del desarraigo en los personajes, que siempre están de paso.
Para este fin de semana te recomendamos “La extraña desaparición de Esme Lennox”, de Maggie O’Farrell.
Ante el inminente cierre del viejo hospital psiquiátrico de Cauldstone, en Edimburgo, las autoridades comunican a Iris que debe hacerse cargo de su tía abuela Esme Lennox, quien será puesta en libertad tras sesenta y un años de internamiento. El desconcierto inicial de la joven, que desconocía la existencia de la anciana, se verá pronto superado por una genuina curiosidad. ¿Qué motivo llevó a la reclusión de Esme cuando tenía solo dieciséis años? ¿Por qué se ocultó su historia al resto de la familia durante décadas?
Entre los recuerdos de Esme y los escasos momentos de lucidez de su abuela Kitty, Iris reconstruye la vida de las dos hermanas: la infancia en la India y la primera juventud en Escocia, el rechazo de la joven Esme a las rígidas reglas de la alta burguesía escocesa y, repentinamente, la terrible exclusión. Así, bajo el cúmulo de revelaciones late un misterio cuyo suspense va creciendo a lo largo del relato hasta alcanzar un desenlace tan original como impactante.
Para este fin de semana te recomendamos “Novela de ajedrez”, de Stefan Zweig.
El 21 de febrero de 1942, dos días antes de poner fin a su vida junto a su segunda esposa, Stefan Zweig despachó tres copias manuscritas de la que sería su última obra: dos de ellas las envió a sus dos editores en Nueva York, y la tercera a Alfredo Cahn, traductor argentino de la obra de Zweig y amigo personal del autor, cuya labor recuperamos en esta edición.
Novela de ajedrez cuenta la historia de Mirko Czentovicz, un outsider con la mente vacía y campeón del mundo de ajedrez. Durante un viaje en el barco que le lleva de gira, se encuentra con el doctor B., que en una partida logra desestabilizarlo. El encuentro entre estos dos personajes tan antagónicos es la base argumental con la que Stefan Zweig explora de manera simbólica el conflicto entre barbarie y civilización, brutalidad y educación, conciencia y violencia o pensamiento y acción. Una partida final que puede concebirse como un epílogo de la lucha de Zweig contra el fanatismo y la radicalización de la política, y la defensa del humanismo como pilar fundamental de su idea de Europa.
Para este fin de semana te recomendamos “Job”, de Joseph Roth.
La extraordinaria maestría de Joseph Roth se manifiesta en esta novela con especial lirismo y vigor. La historia de Mendel Singer, que abandona a un hijo tullido en su aldea natal para partir con el resto de su familia a América, sirve a Roth para retomar con sutileza la historia de Job y sus infortunios, la pérdida de la fe y la experiencia del sufrimiento.
«Durante muchos años vivió en Zucnov un hombre llamado Mendel Singer», con estas palabras empieza la obra de Joseph Roth. En el mismo título el autor hace referencia al tema de fondo de la novela: la parábola de Job descrita en el Antiguo Testamento. El antiguo y familiar libro bíblico adquiere, en esta elaboración contemporánea, nueva e inesperada fuerza. Cuando fue publicado en 1930, representó el primer gran éxito para su autor, consagrándolo como uno de los más grandes escritores de su tiempo.
Para este fin de semana te recomendamos “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley.
Un mundo feliz es un clásico de la literatura del siglo XX, una sombría metáfora de un futuro posible.
Los peores vaticinios del capitalismo se han cumplido: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Los humanos ya no procrean, el sexo se ha convertido solo en una diversión y las letras del alfabeto griego se han pervertido para clasificar a los seres humanos por castas. Todos aceptan su lugar en la nueva jerarquía social, perfectamente ordenada. Los valores humanos esenciales no tienen cabida en este mundo y los habitantes se crean in vitro con una técnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje. El soma, la droga por excelencia en este mundo distópico que propone Huxley, ayuda a los habitantes a escapar de la rutina. A cambio de este orden pulcro, la libertad de expresión y el pensamiento crítico han sido erradicados. Bernard Marx, el protagonista de la novela, inconformista e inteligente, deberá probar los límites de la sociedad que lo ha engendrado, iniciando un viaje más allá de las fronteras distópicas de su universo.
Para este fin de semana te recomendamos “Estampas de caballeretes”, de Charles Dickens.
El éxito en 1837 de Estampas de señoritas de Edward Caswall, un oscuro humorista que escribía con seudónimo, empujó a Charles Dickens a publicar una réplica anónima, Estampas de caballeretes (1838), dedicada a «las señoritas del Reino Unido». En ella acusaba amablemente a Caswall de cierta misoginia y se disponía a ampliar el repertorio al género masculino: así, a «La señorita romántica», «La señorita misteriosa» o «La señorita frugal», se añadían ahora, entre otros, «El caballerete facineroso», «El caballerete sumamente simpático» o «El caballerete criticón». En 1840, justo el día de la boda de la reina Victoria (16 de febrero), Dickens continuó el ciclo con Estampas de parejitas, preocupado por el peligro de «superpoblación» que podría acarrear el ejemplo del matrimonio real. En conjunto, estas tres series de estampas componen un sensacional cuadro satírico de la juventud victoriana, en el que brillan el ingenio, la capacidad para crear personajes únicos y memorables, el estilo vibrante y torrencial, y esa variedad de registros –de lo cómico a lo patético, de la fascinación al horror– que Dickens siempre supo practicar con astucia y acierto… y a veces tan rápidamente, de una línea a otra.
Para este fin de semana te recomendamos “El hombre de la guerra”, de Ramiro Pinilla.
En el centenario del autor, una novela inédita que da la medida de la maestría narrativa de Ramiro Pinilla.
Urko Pínaga regresa del exilio para asistir al entierro de su tía Flora, con la que vivió antes de marcharse a Inglaterra, como tantos niños vascos. Urko se encuentra con un Getxo diferente al que conoció, pero sobre todo con una casa, la de la tía, que ahora se le presenta como un lugar misterioso cargado de repente de secretos. ¿Por qué tiene un aviso de derribo por parte de las autoridades? ¿Por qué su prima Regina se comporta de un modo tan extraño? ¿Mantuvo Flora a escondidas alguna relación que no le confesó a su sobrino? ¿Ha fallecido de muerte natural? El contraste entre lo que Flora le contaba por carta y lo que Urko se encuentra alimenta las sospechas en torno a una mujer a la que en realidad el protagonista quizá desconocía por completo.
«Esta novela ha renovado mi entusiasmo por la literatura de Ramiro Pinilla. Despliega en ella su potencia narrativa, una prosa expresiva y al mismo tiempo destilada y una gran agilidad para combinar la tensión y el ritmo de la intriga. Volverán a disfrutar de la fuerza de este gran autor.» Edurne Portela, La Lectura (El Mundo)
«Viene a suponer un tremendo bofetón a nuestro mundo literario que hasta ahora no ha sabido valorar la magnitud y trascendencia de la obra de Pinilla … Es excepcional. El conjunto de su obra reclama que Pinilla tenga la consideración de uno de los grandes narradores nacionales y europeos … Con Pinilla no lees un mundo que él te relata, sino que estás en él, dentro de él.» Francisco Millet Alcoba, La Opinión de Málaga
«Su escritura, firme y precisa, no se ha arrugado ni se ha amarilleado con el paso del tiempo y va ganando en intensidad poética.» Julio José Ordovás, Heraldo de Aragón
«La punta del hilo perfecto del que tirar y recalar en su obra.» Juan Tallón, La Nueva España
«Pinilla ha sido capaz de forjar una prosa dotada como pocas para dibujar una mitología de caracteres inquebrantables y de tomar el pulso nuevamente a una tenaz conciencia social.» Ricardo Baixeras, El Periódico
«Una sabia combinación de cuidado estilo narrativo y el gancho literario propio del género negro. Conmueve a la vez que despierta la curiosidad del lector.» Iñaki Ezkerra, El Correo